domingo, 15 de abril de 2012

Largo viaje en autobús




Hace un par de años tuve ocasión de comprobar personalmente uno de los problemas actuales de España. Iba a asistir a un Congreso profesional en Murcia. Debido a horarios, el modo de transporte más adecuado que encontré, descartando el coche (no me apetecía nada conducir tantas horas) fue el autobús. Zaragoza-Murcia, nada menos que ocho horas y media de viaje, con paradas en Calamocha, Teruel, Valencia, Gandía, Benidorm y Alicante.


Me llevé el libro nuevo de Vargas Llosa, recién aparecido y que me acababa de comprar, "El sueño del Celta", y me lo acabé entre la ida y la vuelta. Por cierto, me defraudó profundamente. Pero al menos sirvió para mantenerme entretenido. 

Lo destacable de aquel larguísimo viaje, aparte de las largas horas empleadas, de la vulgaridad del autobús en el que viajé y de su incomodidad, fue el personal que me acompañaba, los viajeros, los usuarios: en su inmensa mayoría (creo que en el viaje de vuelta todos) eran inmigrantes, moritos y subsaharianos, negrísimos (atención: "moro" no es un insulto ni una palabra peyorativa, el que así lo crea está haciendo oposiciones para progre resentido, si es que no las ha ganado ya). ¡Como si hubiera estado viajando por Marruecos o algún otro país subsahariano!

Recuerdo que durante el viaje de ida a Murcia repartí galletas entre mis vecinos de asiento, y todos las aceptaron agradecidos. (He de decir que iba bien preparado en materia de intendencia). Había multitud de niños, bebés, paquetes, bolsas repletas de todo y constantes conversaciones en árabe. Muchas familias, familias viajando juntas, la mujer con los niños y el hombre con los bultos. Estas personas están llenas de vida, por eso lo van inundando todo, nos ganan por la mano. La importancia, el valor que le otorgan a la familia es muy superior al lugar en el que nosotros ponemos a esta institución. Por eso tienen el futuro asegurado en cualquier lugar que vayan. Nosotros no. Y por eso todos parecían contentos, felices, satisfechos, con muchas cosas por hacer, con muchos proyectos, con mucha vida por delante en España, el país que los acoge y en el que, sin duda, piensan echar raíces.

Imagen: antenamisionera.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecería cualquier comentario relativo al presente post, pero ruego que se haga siempre con respeto, de otro modo no podrá aparecer publicado. Muchas gracias.

Un año en la División Azul.

Transcribo a continuación el artículo que publiqué recientemente en el número 743, junio 2021, de la revista mensual BlauDivisión, Boletín d...