Me merecen todo el respeto
quienes defienden a los animales, se oponen a que se les mate o sean torturados
o maltratados gratuitamente, piden condiciones de salubridad en granjas, en
transportes, protegen a las especies en vías de extinción, a sus crías e
incluso a sus huevos, etc.
Por otra parte, nadie duda de que
el feto humano es un ser vivo que pertenece al mundo animal (puesto que no se
trata de un ser vivo perteneciente al reino vegetal).
Y es sabido que un feto de 14
semanas –al que la madre puede abortar por su sola voluntad, según establece la
ley Aído/Rajoy- tiene sensibilidad, y retrocede, tratando de salvar su vida,
ante el instrumento quirúrgico que se le acerca para partirlo a cachitos y
extraer sus restos del seno de su madre.
Es decir, se trata de un animal
salvajemente torturado para causarle la muerte. ¿Porqué no merece la atención y
la defensa de las asociaciones protectoras de los animales?
Resulta alucinante que en la sociedad del bienestar, la de los derechos adquiridos y la mejor sociedad aparentemente desde el inicio de la Humanidad, haya que explicar que el hombre siempre está por delante que los animales. Eso no lo entiende una parte de la sociedad en la que vivimos. jlamat
ResponderEliminarSomos muchos los que estamos seguros de nuestro SÍ A LA VIDA y de nuestra lucha contra el aborto. Excelente entrada.
ResponderEliminarajajaja... qué texto tan pueril y tan básico. Esperaba más de un "intelectual católico"
ResponderEliminarSr. Valentino... ¿Tendría la amabilidad de explicarme porqué es un texto pueril y básico? Pero le ruego que realice usted alguna aportación de fondo, de modo que podamos discutirlo. Gracias.
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